¿CÓMO TE COMUNICAS?

¿Cómo te comunicas? ¿te lo has preguntado en alguna ocasión?

Evalúa tu estilo de comunicación:

1. ¿Eres de los que no da su opinión dentro de una conversación?
2. ¿Te haces pequeñx ante una situación que consideras injusta o que evalúas que tienes falta de control sobre la misma?
3. ¿Te mantienes en silencio por no crear una situación incómoda o evitar conflictos?
4. ¿Lanzas miradas con rayos láser cuando algo no te gusta?
5. ¿Gritas en situaciones injustas?
6. ¿Acusas con el dedo o eres más de gesticular violentamente en alguna conversación?
7. ¿Dices que sí a todo?

¿Has contestado de forma positiva a la gran mayoría? ¡GENIAL! Vamos a trabajar

Podemos encontrar diferentes maneras de comunicarnos y es importante que conozcas y evalúes cual es el tuyo.

Existen diferentes tipos de comunicación:

Comunicación Agresiva:

Este estilo caracterizado por una comunicación verbal y no verbal impetuoso. ¿dirías que aunque no en todas las ocasiones, podrías sentirte reconocido?, si es así, recuerda:

• Tienes que ser más amable durante las conversaciones y escuchar más:
  • Tenemos dos orejas y una boca, pero hablamos el doble y escuchamos la mitad ¿paradójico verdad? ¿utilizamos bien nuestros recursos? Plantéalo.
• Escucha sin sentirte atacado, no lleves nada al plano personal.

Comunicación Pasiva:

En el otro extremo, encontramos este modo, basado en intentar agradar a los demás, lo que conlleva no respetar la opinión de la persona que lo utiliza e incluso a realizar cosas que realmente no quieres hacer.

Ten en cuenta:

• Tienes que esforzarte por hablar, puesto que, no estás acostumbrad@ a hacerlo y no va a salir de manera natural.
• Para empezar a practicar, elige una situación entre amigos o familiares donde te encuentres cómodo y…¡lánzate!

Los extremos nunca fueron buenos, en el campo de la comunicación, no iba a ser de otra manera.

Sin duda, la mejor manera de comunicar es cuando lo hacemos de manera asertiva:

Comunicación asertiva:

Se basa principalmente, en comunicarnos de manera adecuada, sin descalificaciones, respetando los derechos de los demás junto con los de uno mismo.

Así podremos expresar nuestra opinión desde el respeto.

Te dejo algunas situaciones cotidianas y cómo afrontarlas desde un diálogo asertivo:

1. Alguién me increpa en la cola de un supermercado por un malentendido, un desconocido se dirige a mi de manera agresiva en el parking de unos grandes almacenes.

Lo primero que tenemos que hacer es no dejarnos contagiar por su emoción ¿cómo? Directamente sin pensarlo, sonríe y dale los buenos días/tardes seguramente al reaccionar de esta manera, que será totalmente inesperada por nuestro interlocutor, lo dejará desconcertado ya que esperará una respuesta a su nivel.

No pierdas la calma y explica el malentendido.

Se trata de hablar sin sentirse atacado.

2. El comercial de alguna empresa quiere que le dedique unos minutos a algo que no me resulta interesante:

En ocasiones encontramos a personas que nos abordan y hablan demasiado, sin darnos lugar ni si quiera a poder expresar nuestra opinión (es una técnica para captar).

De nuevo, sonríe y acompaña tu sonrisa con la comunicación no verbal (por ejemplo levantando la mano modo “stop”).

Saluda en segundo lugar y dile que agradeces la oferta pero que en estos momentos no estoy interesado, que valoras el trabajo que hace y que no quieres hacerle perder el tiempo cuando podría dedicárselo a alguien que sí está interesado.

Por último, deseále que tengo una buena jornada.

3. En el trabajo un superior tuyo te habla mal delante de más gente:

No ocurre nada, tranquilidad, las formas de expresar hablan de la persona que las realiza.

Mantén la calma (mantén la calma significa, callarte cuando te apetecería reaccionar de otra manera, y no hay otra forma que aguantar el tirón), exprésale que entiendes lo que quiere decir y que podéis hablarlo sin tanto ímpetu.

Una vez haya pasado la situación,  busca un momento tranquilo y lleva a cabo una conversación dónde expongas, que entiendes el cabreo pero que para poder llegar a una buena solución  podéis hablarlo en algún sitio más tranquilo y sin faltas de respeto.

Dar este tipo de respuesta puede resultar frustrante en un primer momento o incluso puedes cuestionar si habrás actuado de manera adecuada o deberías haber guardado silencio, pero no te quedes con las primeras impresiones.

Este tipo de sentimientos y emociones van asociados a un aprendizaje emocional, mejora la autoeficacia, e incluso la autoestima, además de mejorar el autocontrol.

Te aseguro, no hay mejor sensación que evaluar que has sabido reconducir una situación no dejándote llevar por las emociones.

Recuerdo que leí en un libro una frase que decía:

“Que difícil es contestar de manera adecuada, en el momento adecuado y a la persona adecuada”.

Es difícil si, pero es que todo lo que merece la pena conlleva un esfuerzo.